En clase se dijo recientemente una frase en la que llevo pensando desde entonces. Quizás es una frase que todo el mundo conoce y una definición con la que la gente ya está familiarizada pero para mí es la primera vez que la escucho. Era la siguiente:
"La
crueldad es la indiferencia hacia el sufrimiento del otro."
Y
por supuesto que lo es. No sé porque no lo había pensado antes. Solo alguien
sumamente cruel es capaz de ver a un tercero sufriendo y no hacer nada al
respecto, no sentirse conmovido por ello. La crueldad no es por únicamente
infligir daño y causar dolor, sino también la indiferencia y la insensibilidad
ante él.
Creo que lo que más me
duele de esta definición y el motivo por el que llevo tanto tiempo pensando en
esto es porque con la satisfacción de haber encontrado una definición para la
crueldad viene la revelación de que vivimos en una sociedad cruel.
Que no se me
malinterprete, la crueldad de la sociedad no me viene de nuevo, pero sí lo hace
el cuán verdaderamente podrida está. Cuán cruel es. Hasta qué extremos.
Podría dar mil ejemplos
de la crueldad de la sociedad, de hasta que extremos es capaz de ignorar el
sufrimiento de decenas de personas que, a priori, forman parte de ella también,
pero coincidió este hallazgo con otro descubrimiento: la arquitectura
antipersona. Así que me gustaría hablar de ambos por un momento.
La arquitectura
antipersona, o arquitectura hostil es una tendencia de diseño urbano en la que
los espacios públicos se construyen o alteran con el
fin de desalentar su utilización "indebida". Esta tendencia está
habitualmente asociada como medio de repeler a las personas sin hogar. Cómo de cruel
debes de ser para, en lugar de empatizar y tratar de facilitar la vida de las
personas sin hogar, inventes un movimiento arquitectónico cuyo fin sea
dificultarla.
Me parece verdaderamente
triste que se usen los espacios "públicos" - entre comillas porque ya
no sé si se les podría calificar como tales - para aplicar divisiones sociales
y llevar la exclusión social hasta un punto donde la exclusión llega a ser
física, literal.
Somos una sociedad
cruel. De eso no cabe duda.
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